viernes, 18 de agosto de 2017

¿Tu empresa creció y el espacio ya no es suficiente?

¿Tu empresa creció y el espacio ya no es suficiente?

Empezaste tu negocio con un local pequeño, pero te ha ido tan bien gracias a la buena toma de decisiones y al excelente desempeño de tus empleados que el local donde llevas años trabajando está empezado a quedarte chico: ya no tienes suficiente espacio para guardar el inventario ni las materias primas, tus empleados trabajan en pequeños escritorios colocados contra las paredes, hay cajas de cartón apiladas prácticamente hasta el techo y necesitas una máquina nueva para aumentar tu ritmo de producción pero no tienes donde ponerla.

Esto, en sentido estricto, es muy bueno porque significa que has hecho las cosas bien y que con el paso del tiempo tu negocio ha ido creciendo. Por otro lado, es malo porque esa falta de espacio puede afectar las operaciones diarias de tu compañía y evitar que tenga el crecimiento adecuado según las metas y objetivos establecidos. Sin embargo, siempre hay formas de optimizar el espacio y mejorar la capacidad de almacenaje de tu negocio.

En primer lugar, debes determinar qué clase de almacén necesitas. Hay proveedores en México que pueden ofrecerte almacenes cubiertos o al aire libre. La decisión del tipo de almacenaje que requieras depende del material de los objetos que quieras guardar. Otro punto para tomar en cuenta es exactamente qué piensas almacenar: materias primas, productos semi elaborados o terminados, archivos, materiales auxiliares, recambios… Esto define en qué lugar conviene colocar el almacén. Quizá una buena solución sea simplemente solicitar a un proveedor que coloque un mezzanine en tu local actual.

Lo anterior tiene una relación estrecha con la función de la logística de la distribución. Por ejemplo, si deseas almacenar materias primas, lo indicado es que el espacio donde decidas guardarlas esté cerca del centro de fabricación; con esta clase de solución la empresa se ahorra costos de manipulación y transporte. Por otra parte, si lo que vas a guardar es un sobre stock, lo más conveniente y práctico es rentar un almacén, no construir uno nuevo desde cero. Cuando una empresa actúa como distribuidor a clientes o mayoristas, lo idóneo es contar con almacenes regionales que tengan la suficiente capacidad para recibir camiones de gran tonelaje. La decisión del tipo de almacén que se va a emplear depende, obviamente del giro de la empresa.


Por último, hay que tener en cuenta que una empresa puede tener relaciones jurídicas distintas con los espacios de almacenamiento. No es obligatorio que cada empresa adquiera o construya un almacén nuevo. Existen otras modalidades que permiten a los negocios ocupar bodegas. Como se mencionó arriba, los almacenes se pueden rentar. Además de esta, hay algunas modalidades que permiten que después de la conclusión de un arrendamiento financiero el almacén pueda ser adquirido en su totalidad y se convierta en un activo de la empresa. 

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